Literatos MandilonesEste es un indeterminado y poco pretensioso espacio para todos aquellos literatos mandilones (mandil: del mexicano, delantal que usan las amas de casa, en argento-menduco) que quieran arrojar al espacio virtual sus produciones caseras. Nació como una idea de dos poetas mandilones, la recoje aquí un buscón obstinado y queda a dispocición de la doméstica ciberplatea... Se aceptan donaciones en letras (cualquier tema, cualquier género) a elliteratomandilon@yahoo.com.ar
Invitación al canto

Canta, hermano, canta
que la canción te taladre la garganta.
Que la poesía te salga por la sangre
como un torrente de estrellas cristalinas,
como mil soles alumbrándote la tarde.
Destierra con tu canto y tu palabra
de una vez y para siempre la tristeza,
avienta los presagios de la muerte,
celebra tu dolor y tu esperanza.
Que tu poema restañe las heridas
con tu canción espanta a los fantasmas.
Suelta a los cuatro vientos tu palabra.
No desmayes por nada, ni aún vencido,
Ametralla con tu fuego a la canalla.
Escupe a los bastardos de la guerra,
a los inmoladores de la infancia.
Predica por la paz y por la vida,
la verdad que nos hace falta.

Desde el Apocalipsis una paloma levanta.
Retuércete, lucha, sufre, pero canta.
Canta hasta en la tumba de tus amados;
en el sepulcro de tus enemigos canta.

Y canta desde tu propio cadalso
hasta que el último latido se te escape.

Espera, entonces, en silencio el momento
en que una voz desde el infinito te diga:
“Levántate y canta…”


Aldo Pirola
La obligación de escribir, porque hay que mirarse al espejo; o solo por existir. Escribir es miedo. O juego. Es una apuesta absurda. Es como estar sentado a una mesa de poker y haber apostado el valor de nuestra existencia. Es un juego. Y es miedo a perder. Pero no deja de ser un juego. A.C.


Si voy a cambiarte, si voy a dar tus ilusiones contra el piso, si voy a llevarte a la montaña misma de toda mi verdad, si voy a revelarte el secreto de mi muerte, si voy a contarte donde queda mi guarida, será preciso que me arranque la piel, y que me veas.
Si vas a gritarme cada día que no das más, si vas a presentarme como regalo de navidad cada navidad, si para derribarlo vas a construirme en bronce un altar, si vas a llamarme cada vez que hayas rotos los espejos, si vas a confesarme de vos toda la mentira, será necesario antes que te ensucies las manos, que toques mi tierra, que cierres los ojos, que laves mi ropa, será necesario que te desnudes ante mí, aunque sea invierno y el frío pele, y el frío cale.
Andrés Carleti.
¿Qué condena es la que me obliga a obedecerte, Literarputa...?
Mate amargo

Mate amargo, buen amigo
testigo de mis silencios
compañero de andanzas,
vivencias y recuerdos.

Mate amargo, compañero
por las rutas sin destino
que trancito lentamente
con memoria, sin olvido.

Mate amargo, fiel testigo
de mis noches entre versos
de los días de poesía
del tiempo que va muriendo

Mate amargo, confidente
de tantos sueños e ilusiones,
iluso pañuelo sin arrugas
de varias vanas decepciones.

Mate amargo, hermano mió:
yo te escribo con el alma
porque aferrado a mi mano
sos oído a mi palabra.

Mate amargo, querido:
no te alejes de mi lado
en tu amargura hay deseos
muy ajenos al desagrado.

Mate amargo, si supieran
nuestro tiempo compartido,
de los años que se fueron
sin amos y sin cariño.

Mate amargo, quien diría
sentirte yerbal en el beso
cuando de verdes me llenas
el espíritu sin un rezo.

Mate amargo, yo te pido:
el cólera para mi canto
cuando se apague la ternura
y despierte el quebranto.

Mate amargo, yo te ruego:
no te vuelques por nada,
no derrames tu esencia
no manches mi esperanza.

Mate amargo, acompáñame
queda mucho por andar
dame cebadas de vida
y aliento para continuar.

Lucio Albirosa.
Estos poetas domésticos...
su poesía huele a mandil
a cosa culinaria, a jardín de casa pobre,
y un poco, claro, a tierra fresca...

A.P.

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Literatura espontánea
literatura no revisada
literatura para no tomar en serio
literatura para vaciar la nada

literatura de entrecasa
literatura de petaca
literatura algo escasa
literatura como resaca

literatura de amo de casa
literatura desordenada
literartura doméstica
litertura domesticada...

El Literato Mandilón